Hace 10 años...
- mauricioiherrera
- 6 feb 2016
- 4 Min. de lectura

Apenas y recordé hoy, pero la verdad es que ayer cumplí 10 años de haber terminado mi primer novela. Un 5 de Febrero del 2006 había terminado el primer borrador de DIARIO I: La Habitación de los Tesoros. Ya sé, dirán: ¿Qué no era el Régimen el libro que promociona? Así es, pero eso no quita que haya escrito dos libros más de otra serie.
¿Quién iba a decir que en 10 años estaría sentado en mi cama escribiendo en mi blog de escritor? Ni yo, yo esperaba ser un escritor reconocido con una serie de 6 libros ya publicados y otros en camino. -Bueno, se valía soñar a mis 14 años, ¿no?-. El chiste es que las cosas cambian y uno pone pero Dios dispone, y, al menos, ya está publicada mi tercera obra. Por mientras, DIARIO seguirá estando en mi mente y, posiblemente, en un
futuro me decida volver a lo que me convirtió en escritor un día de Enero en 2005.
¿Y cómo fue que me volví escritor? Unos dicen que se nace y otros que se hace, y yo creo que fui de los dos. Desde muy niño fui imaginativo y a mis 7 años ya creaba mis propias historias. Ilustrando en mis cuadernos pequeños cuentos sobre las caricaturas que me gustaban o nuevas historias que yo inventaba, dibujando todas las tardes durante horas para en una semana terminar una historia diferente… (suspira) Así mi niñez.
En Febrero de 2002, y con la fiebre de pokemon, digimon, monster ranger y cuantas criaturas bizarras existían en el mundo infantil de los 90’s, muriendo poco a poco para ser remplazadas por Yu-gi-oh! Decidí entrar a mi propio mundo de criaturas (con eso y con mi loco sueño infantil de ser caricaturista) y así fue como me decidí crear Clocs. Fueron más de 800 criaturas que cree y varias series en las que pensé, divididas en 3 bloques: Clocs: Los Elegidos, Clocs: El Cloc y Clocs: Amanda. Pasé desde entonces cada tarde dedicado a los clocs, en imaginar, crear, diseñar, inventar. Aún tengo los dibujos y no me olvido de las historias, y tal vez suene algo tonto y trillado, pero para ser un niño de 11 años que dedicó tanto tiempo a un sueño… bueno, hasta yo mismo me siento orgulloso de ese pequeño Mauricio.
Cuando comencé a idear la serie Clocs: Amanda, en Junio de 2004, mi obsesión por la serie aumentó, se hizo más formal. Diseñé tan compleja la historia que la dividí en 6 partes (siempre pensándola como una serie). En mis locos sueños, imaginaba que cada temporada terminaría con una película, y me dediqué a crear las historias: los nombres de los personajes, los enlaces entre la serie, las tramas, etc. Para Diciembre de ese mismo año, tenía en mente 6 temporadas y 6 películas definidas.
Conforme iba dedicando mi tiempo en Clocs, más eran las ganas de darlo a conocer. En Enero de 2005 me di cuenta de algo: ser un caricaturista, un productor, un guionista, lo que fuera para enseñar al público mi trabajo era difícil, así que había una opción viable: volverme un escritor. Creo que convertí mi sueño imposible en otro imposible, pero, tal vez, más accesible. Tomé la idea de las 6 películas y decidí que ésas serían las 6 historias que compondrían la saga DIARIO.
Ser un muchacho de 13 años que quiere dar a conocer sus historias sin tener ni una pizca de enseñanza en esto del marketing, de la literatura, del trabajo detrás de cada producción, resultaba abrumador. A esa edad ni siquiera había tomado un libro por mi propia cuenta y ponerme a leer (como Dios manda, no como la escuela nos obliga). Cuando tipeé las primeras hojas no me agradó nada y deseché la idea. Era un tonto, ¿cómo alguien como yo iba a poder escribir un éxito de aquellos si ni siquiera sabía redactar un párrafo? Con 3 páginas escritas dejé el proyecto y con ello, mis sueños, yo no podía ser un escritor.
Un día de ocio de Julio de 2005, mi primo Braulio Herrera, me preguntó si me gustaba leer. Le respondí que claro, ¿por qué no intentarlo? Y me prestó un libro: “Eragon” de Christopher Paolini. El libro me atrapó de principio a fin, era la primera vez que leía y estaba encantado. Las imágenes se recreaban en mi mente, veía la historia correr en mi imaginación con cada palabra. Al finalizar leí la biografía del autor, Paolini había escrito su primer libro a los 15 años. ¡15 AÑOS! Coño, me dije a mí mismo: si este güey pudo hacer esto a sus 15 años, ¿por qué carajo yo no puedo hacer algo más corto a mis 13?
Y empecé de nuevo: definir bien la historia, aprender la narrativa, el detalle, el vocabulario. Todo iba fluyendo, poco a poco ya no eran dibujos, sino que expresaba mis historias a través de palabras. Pese a que tuve dificultades, el 25 de Octubre del 2005 comencé a escribir DIARIO I: La Habitación de los Tesoros, y, finalmente, el 5 de Febrero de 2006 lo terminé. No tienen idea lo gratificante que es terminar un libro.
Así que ahí está, si nací o me hice escritor: los dos; ya tenía la imaginación para crear historias, sólo me faltaba aprender a plasmarlas con palabras. Por otras razones, después de 9 años de dedicar mi vida a DIARIO y los clocs tuve que dejarlos, pero siempre serán algo muy significativo para mí, ¿quién sabe? Tal vez un día de estos me dedique a retomar la historia.
Sin duda alguna que el ser escritor me abrió los ojos a muchas cosas, el ser escritor salvó mi vida y le dio otro giro, un propósito (ya habrá tiempo para contar eso). Pensé que tal vez podía cambiar al mundo con mis libros, y aún sigo pensándolo, pero las cosas toman su tiempo, así que a ver qué tal.
Ya 10 años desde que terminé de escribir mi primer novela y ahora estamos acá. Doy gracias a Dios por todas las coincidencias que se dieron, por el que creo que es un don y por darme una verdadera y apasionada vocación. Doy gracias a Christopher Paolini, por haberme motivado de esa manera, y doy gracias a mi primo, porque si no fuera por él, yo jamás hubiera tomado un libro. Así que cuando tengan sueños, pero crean que no sean buenos para lograrlos, tomen valor y ¡sigan resistiendo!


















Comentarios