¿Seguir al sistema?

Sí, sí, ya sé que me había ausentado demasiado por estos medios pero he tenido una de trabajo que no puedo con él. La verdad, no mucho, pero me ocupo y entre escribir y dedicarme a la promoción, bueno…

Hoy quiero hablar de un tema que me ha dado vueltas a la cabeza durante los últimos… ammm…. ¿24 años? Pero creo que esta vez me lo estoy tomando en serio: ¿qué hacer con nuestra vida? Soy ingeniero en geociencias, pero lo mío, mío, es la escritura, y todos lo sabemos. Lo descubrí por pura casualidad, pero lo he negado durante tanto tiempo poniéndolo como un hobbie que no me di cuenta del mal que me hacía a mí mismo.

Estos últimos días, me he dado cuenta de algo que realmente me asombra: la mayoría de la gente sólo sigue el sistema, y no, no estoy hablando del régimen, estoy hablando del sistema que uno mismo se pone, que la gente cree que está bien y que sólo aquellos que se atreven a aventurarse por la vida logran vencer. Casi nadie ama su trabajo.

Me he cuestionado mucho últimamente si en verdad quiero ser geólogo o geofísico por el resto de mi vida, y pensé que sólo yo estaba mal y que todos disfrutaban su vida y eran felices, y las ciencias de la tierra los apasionaban como nunca, pero no, la mayoría lo odia. ¿Y por qué seguimos en una marcha directa hacia la infelicidad? Sólo siendo esclavos del dinero. ¿De eso se trata la vida? ¿De simplemente ir todos los días a un trabajo que no amamos para sacar dinero y hacer lo que los demás creen correcto? La verdad, me niego mucho a creer que ese sea el tipo de vida que quiero para mí. ¿Trabajar sólo por hacerlo y tener dinero y comprar cosas que no necesitamos para impresionar gente a la que no le importamos? Prefiero vivir pobre, pero feliz, haciendo las cosas que me gustan y amo. Dicen: “Trabaja en lo que te gusta y descansarás el resto de tu vida”. Suena tan lógico y simple que realmente es difícil creer que estamos acostumbrados a hacerlo complejo.

La gente me dice: “bueno, al menos tú tienes un trabajo”, “ganas muy bien, no pierdas tu trabajo”, “cuánta gente no quisiera lo que tú tienes”. ¿Y simplemente por ese hecho debo amarrarme un huevo y aguantarme? No, señores, Dios nos mandó a vivir la vida, y estoy seguro que hay algo más después de la muerte, pero, al menos, esta vida yo no la quiero sufrir viviendo como los demás creen que debemos vivirla.

Hay que hacer lo que nos gusta, afrontar nuestros miedos, ser valientes, y con la bendición de Dios ir hacia adelante. Muchos nos van a criticar y nos dirán tontos, mensos, pendejos, o cosas peores, pero creo que el que quiere puede y la gente que ha logrado cambios en el mundo, es porque tenía la suficiente fuerza de voluntad como para hacerlo.

Yo no quiero que el sistema me diga cómo vivir, cómo sentir y decir: “al menos tengo un trabajo”. Yo quiero decir: “Amo mi trabajo, amo mi vida y me amo a mí mismo”. Consideren bien lo que están haciendo en estos momentos. ¿Son felices? ¿Realmente vale la pena seguir como están por dinero? En ese caso sean prostitutas o delincuentes, si la finalidad es el dinero, pues mejor hacer algo que deje más. A veces creemos que son trabajos dignos, pero nos estamos denigrando a nosotros mismos en la miseria de no ser felices. No hay que ser pendejos, ni lastimarnos a nosotros mismos. Que la vida, al menos en este plano, es sólo una, y no hay que llegar al final para mirar atrás y arrepentirnos de lo que no nos permitimos.

Hay que luchar por nosotros mismos, porque de nadie más corresponde esta vida, que de nosotros mismos.